Carpintería de Aluminio

Aquí estoy otra vez, ya os comenté que estoy tratando de exponer (cuando queráis cambiar algún accesorio o herraje de vuestra carpintería de aluminio) las dificultades que os podéis encontrar y bajo mi punto de vista como podéis resolver estas dificultades.

En la siguiente entrada vamos a ver la sustitución de los cierres en ventanas de corredera.
Estoy en ello, por lo que en “breve” trataré de publicar dicha entrada.

Un saludo. JOA. B.

Carpintería de Aluminio

Ventanas, puertas de aluminio, producción, fabricación, manufacturación, un amplio abanico de diseños, composiciones, aperturas, estética en formas y colores puestos a disposición del consumidor para que este pueda elegir las prestaciones que mejor se adapten a sus necesidades.

Sumemos la estética, las prestaciones en aislamiento sonoro y las prestaciones en aislamiento térmico y obtendremos como resultado, equilibrio visual, confortabilidad y ahorro energético y económico.

Una información detallada ayuda al cliente en su elección.

En este blog trato de mostrar únicamente con carácter informativo la trastienda de lo que es la fabricación en la carpintería de aluminio.

En la pestaña Galería os muestro una serie de composiciones de carpintería y en la pestaña Fabricación tratare de desmenuzar con más o menos detalle el proceso de fabricación.


Espero os sea útil.

Podéis consultar las siguientes entradas:

Capítulo I: Ventana fija (fijo).

Capítulo II: Ventana practicable (abisagrada) de una hoja.

Capítulo III: Cambiar los rodamientos de una ventana corredera.

Carpintería de aluminio

Carpintería de Aluminio

En primer lugar y si cabe  lo más importante es que tenéis que tener en cuenta lo siguiente:

·         Tenéis que valorar el que, tener que extraer e insertar las hojas del cerco para reparar las mismas requiere un esfuerzo físico más o menos exigente en función del tamaño y complejidad de fabricación de las hojas de nuestra carpintería, por lo que si valoráis que carecéis de fuerza y/o destreza suficiente absteneros de manipular, para su reparación,  dicha carpintería (se pueden producir accidentes que pueden ocasionaros lesiones más o menos graves), o no ser capaces de llevar a buen término dicha reparación.

·         Debéis tener claro lo que queréis reparar o cambiar, si vais a disponer del repuesto adecuado y si sabéis cómo hacerlo.

·         Debéis disponer de todos los accesorios,  herrajes y herramientas adecuadas cuando iniciéis la sustitución o reparación de los mismos.

Dicho esto, en esta entrada vamos a ver cómo gestionar la sustitución de los rodamientos de una ventana o puerta corredera y cuando digo gestionar se me viene a la cabeza las posibles tareas que engloban en este caso el término gestionar.

En primer lugar, tener claro que el mal deslizamiento de las hojas de nuestra corredera se debe a un deterioro de los rodamientos y no ha obstáculos en el cerco o a la “suciedad” que se haya podido ir acumulando en la hoja de ruedas o en el perfil inferior o superior del cerco.

Descartado lo anterior, saber cómo acceder a los rodamientos, retirar los mismos de la hoja de ruedas, encontrar el repuesto adecuado y reinstalar adecuadamente los rodamientos nuevos en las hojas de la corredera.

Como nos vamos a centrar en una ventana corredera y en este caso en sus rodamientos, hagamos un pequeño repaso al respecto, veamos de una forma sencilla como han ido evolucionando este accesorio (rueda, rodamiento).

¿Os parezco reiterativo? pues ya veréis si os atrevéis a realizar este tipo de “brico” y empiezan a surgiros contrariedades.

Las primeras ruedas en una ventana corredera que tuve oportunidad de ver (seguro que habría más modelos) se componían de una carcasa  de aluminio o de hierro galvanizado, una rueda de latón torneada u otro tipo de material y un eje que en el mejor de los casos era inoxidable. Esta rueda se acoplaba en la hoja de ruedas de la corredera y se fijaba a la misma mediante un tornillo, mediante una pequeña lengüeta que venía troquelada en la carcasa o deformando el husillo de la hoja de ruedas.

En  la presentación  anterior podemos ver:

·         Un perfil de aluminio (e) con la estructura adecuada para utilizar como carcasa. (La línea vertical de puntos representaría el corte a la medida adecuada).

·         Una barra redonda (f) de “latón” u otro material adecuado del diámetro necesario. (La línea vertical de puntos representaría el corte a la medida de la rueda).

·         Tenemos la pieza  (a), que sería la futura rueda y el proceso es el siguiente. Se introduce en un torno la barra (f), se taladra el orificio para el eje con la broca (b) para hacer el orificio (d) donde ira alojado el eje, se le da forma en V con la herramienta (c) y posteriormente se corta a la medida adecuada. Este tipo de trabajo se solía realizar en un torno tipo revolver o similar.

·         El resultado sería la rueda a1 y a2, la carcasa con su taladro para el eje a3 y el conjunto ya montado a4.

Veamos la siguiente presentación.

·         (a), sujeción con tornillo.

·         (b), sujeción con lengüeta.

·         (c), sujeción deformando el husillo de la hoja de ruedas.

El conjunto que forma lo que en el argot de la carpintería de aluminio llamamos rueda, evoluciona, en la siguiente presentación se sustituye la rueda maciza de “latón” por un rodamiento, veámoslo.

En el rodamiento (a) podemos observar las bolas de dicho rodamiento (a1) y en la zona exterior una capa de material plástico (a2) que tiene la función de rodar sobre los raíles de la parte baja del cerco de la ventana corredera, como este plástico es mas blando que los raíles siempre tendera a desgastarse antes que los raíles antes mencionados, porque la verdad, es muchísimo menos costoso en tiempo y dinero el sustituir una rueda que la parte baja de la corredera.

Desde luego, quien haya tenido la oportunidad de sustituir ruedas de metal macizas muy deterioradas por el uso, habrá podido observar el daño que ocasionaba en los raíles de la parte baja del cerco de las ventanas corredera. Hay fabricantes que en sus perfiles de cerco de parte baja de la corredera, los raíles vienen preparados para insertar en ellos unos postizos en la parte superior de los mismos, estos postizos son más resistentes que el aluminio, en unos casos son de metal y en otros de material plástico bastante resistente.

En (b) un corte transversal del rodamiento, en (c) la carcasa o soporte del rodamiento, en (d) un corte transversal del conjunto ya montado.

Algunos pensareis, vaya “royo” que nos está contando “éste” para explicar lo que es una simple rueda de ventana corredera, puede que sí, o también puede que si os paráis a pensar el peso en kg que soportan esas ruedas, si son silenciosas o ruidosas, si deslizan/ruedan con horizontalidad o notáis que van dando pequeños saltitos haciendo vibrar la hoja, si ayudan o dificultan un buen encuadre de las hojas con respecto al marco, entonces quizás cambiéis de opinión. Para mí son bastante importantes y responsables de buena parte del buen o mal funcionamiento de una ventana corredera.

Y un toque de atención, cuando se sustituyen las ruedas, no vale cualquier rueda, si son repuestos originales para el tipo de ventana que se va a reparar mejor, y si no son repuestos originales los que se vayan a poner deben ser de igual calidad  y de  prestaciones similares a las de los repuestos originales (peso que pueden soportar, medidas, etc.), algunas de las cosas que pueden ocurrir, si varían las medidas de la rueda, es que  las hojas se pueden salir del marco o causar daños en el mismo. En cuanto al peso que pueden soportar, si tenéis 20 kg de cristal en cada hoja y las ruedas que vais a poner solo pueden soportar 10 kg pues lo más normal es que se rompan, pudiendo quedar las hojas bloqueadas, salirse las hojas del marco o dañar el marco. En una frase, las ruedas que pongáis tienen que ser en todas sus características idénticas a las del modelo que quitéis.

¿Os sigo pareciendo reiterativo?

Veamos esta presentación.

Para terminar este somero repaso por el tipo de ruedas de ventanas correderas convencionales, en la presentación anterior me he permitido dibujaros estos tres tipos de ruedas.

En las figuras a) y b) podéis observar un rectángulo azul con un dibujo de rueda superpuesto.

Bien, trato de representaros un corte longitudinal de una carcasa que se ha diseñado para llevar dos alojamientos independientes y a distinto nivel para el rodamiento. Dos alojamientos que nos permitirá insertar el rodamiento en dicha carcasa y dependiendo en cuál de ellos lo insertemos nuestra hoja de corredera ganara o perderá altura con respecto a la parte baja de la corredera, esto nos servirá para “cuadrar la hoja”, para sustituir este tipo de rodamiento normalmente no es necesario el desensamblar la parte baja de la hoja, con una herramienta apropiada podremos extraer dicho rodamiento de la carcasa y llevarlo de muestra para adquirir uno igual.

En las figuras c) y d) podéis observar otro tipo de rueda, similar a la anterior pero con una diferencia importante, este tipo de rueda es regulable en altura girando el tornillo (en gris), en las figuras a) y b) son dos posiciones fijas.

En la figura e) tenemos un tándem de ruedas regulable, en este caso el tándem nos ofrece una mayor horizontalidad de la hoja, posibilidad de regulación en altura y un mayor poder de carga (cristal).

Veamos la siguiente presentación.

Cuando queremos cambiar una/s rueda/s de corredera y una vez extraídas las hojas del marco lo primero que tenemos que hacer es liberar la parte baja de la hoja (hoja de ruedas) del cristal.

El cristal se suele fijar a la hoja, bien con goma de acristalar en sus diferentes modalidades, bien con algún tipo de sellante (silicona o masilla acrílica entre otros).

Si esta sellado con goma de acristalado deberemos extraerla, con cuidado de no romper la goma o el cristal, hay tipos de goma de acristalar que es necesario desensamblar la hoja para extraerla. Si el cristal esta sellado con silicona, acrílico o similar, deberemos utilizar una herramienta cortante para liberar el cristal de la hoja de ruedas. IMPORTANTE, al utilizar elementos cortantes para cortar dicho sellante, este elemento cortante puede ocasionar la rotura del cristal o un accidente que nos produzca lesiones más o menos graves, por lo tanto debéis valorar si sois capaces o no de hacer bien y de forma segura este tipo de trabajo.

En la presentación anterior, en el dibujo a) tendríamos un dibujo aproximado de una goma de acristalado en forma de cuña G) y en la figura b) el dibujo de un sellado con silicona o similar S).

Veamos esta presentación.

Una vez liberado el cristal del aluminio (hoja), debemos desensamblar la hoja de ruedas de la hoja lateral L) y de la hoja central C) desatornillando el tornillo T), figura a). Una vez hecho esto nos quedaría como en la figura b).

Desensamblada la hoja de ruedas de la hoja lateral y central solo nos queda extraer la rueda, llevarla como “muestra” para comprar una igual y volver a montar la rueda nueva.

Una vez sustituida la rueda se trataría de deshacer el camino, osea, ensamblar la hoja,  atornillarla, volver a sellarla e introducirla en el cerco. Si la rueda que hemos sustituido es regulable deberemos regularla mediante la herramienta adecuada, atornillador o llave allen.

Veamos esta representación.

Se puede dar el caso de que, al tratar de desatornillar el tornillo T) para liberar la hoja de ruedas de la hoja lateral o central se os parta dicho tornillo, figuras, espiga del tornillo T) y cabeza del tornillo C), en este caso nos toca maniobrar para extraer la parte del tornillo que ha quedado alojada en el husillo H).

Para ello utilizaremos un punzón P) o atornillador adecuado, como se indica en la figura, iremos golpeando delicadamente el punzón para que el trozo de espiga que ha quedado alojado en el husillo H) salga totalmente de este.

Una vez extraída la espiga del tornillo del husillo deberemos devolver, mediante un alicate u otra herramienta adecuada, el husillo a su forma original.  

Observemos en la presentación anterior la figura a) husillo con la espiga rota alojada, b) husillo deformado después de extraer la espiga, c) husillo devuelto a su forma original y d) husillo que al tratar de devolverlo a su forma original lo hemos cerrado demasiado.

Si cerramos el husillo H) demasiado tendremos luego dificultades a la hora de atornillar un tornillo T) en dicho husillo.

 

Aquí tenéis este video como pequeño apoyo a lo antes expuesto.

Con esto doy por concluida esta entrada.